lunes, 10 de noviembre de 2008

El niño con el pijama de rayas

Ha llegado por fin la adaptación al cine de El niño con el pijama de rayas, una novela convertida en una de las joyas más preciadas de este año en las librerías. Muy fiel a la novela, según cuenta el propio autor ,John Boyne, se ha contado para su reparto con un elenco de actores desconocidos como Asa Butterfield, Vera Farmiga y David Thewlis.
Miramax films ha adaptado este best-seller encargando a Mark Herman el guión y la dirección.
Aunque el tema de la Segunda Guerra Mundial ha sido sobradamente trillado en el cine, existen obras como ésta que nos demuestran que todavía quedan nuevos puntos de vista e historias que contar.

Como he avanzado, la historia se ambienta en plena segunda guerra mundial cuando una familia alemana se traslada de Berlín a Auswitch, en donde el padre de familia deberá trabajar dirigiendo un infierno de campo de exterminio.

El protagonista es un niño de ocho años que como buen niño, le inquieta el mundo que le rodea y se afana en descubrir lo que el mundo le ofrece. Es precisamente a través de esa mirada limpia de niño inocente en la que descubrimos la barbarie del genocido nazi y el temblor de los valores humanos.

La película se mueve entre el más profundo drama y la emotividad de algunas escenas. No utiliza trucos ni artificios, no busca al público sensiblero de lágrima fácil. El llanto, al igual que una lección de humanidad va para dentro de cada espectador. Aún así , hay momentos de humor y momentos para la imaginación de un niño atrapado en un mundo de soldados con ideales sectarios.

Herman apuesta por el tono clásico para describir cada escena; los colores grises para contar una historia ambientada en una época igualmente gris. En todo momento el ritmo de la película se mantiene en equilibrada armonía, salvando ciertos momenetos de tensión y golpes de efecto, tan necesarios, como bien encajados en el momento justo de la trama.

Cabe destacar el enorme trabajo de los actores, fundamentalmente de los niños protagonistas. Éllos son la combinación perfecta de inocencia y dramatismo.

También me parece digno mencionar la banda sonora de James Hornes. Resalta con acierto los momentos en que Bruno, (el protagonista), da rienda suelta a su imaginación y acompaña a la perfección en los demás momentos.

El niño con el pijama de rayas es un filme recomendable que emocionará y dejará paralizado a más de uno. Sobre todo es un filme fiel, de lo más fiel que he visto ultimamente con respecto a una novela.

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